“Ladrón. Te huelo. Oigo tu respiración. Siento tu aire. ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? Vamos, no seas tímido. Sal a la luz. Tienes algo. Algo que cargas. Algo hecho de oro. Pero es un tesoro más grande”. La desolación de Smaug.
Todos conocemos el fragmento de la película del Hobbit y La desolación de Smaug donde Bilbo conoce a Smaug el dragón. Y podemos ver que no es un tonto dragón si no una criatura inteligente aunque perversa.
¿Pero por qué celebramos el 16 de Enero el Día del Dragón?
El Día de Apreciar a un Dragón es un día dedicado a aprender sobre los dragones y a compartir tu amor por estas criaturas. Todo comenzó cuando Donita K. Paul quiso celebrar la publicación de su primera novela de fantasía en 2004 «Hechizo de Dragón», que forma parte de la serie de cinco volúmenes, Las Crónicas del Guardián del Dragón.
Los dragones siempre han sido populares, y existen en la mitología de culturas de todo el mundo. Los dragones occidentales siempre han sido representados como criaturas temibles a las que hay que vencer o con las que hay que tener un parentesco, mientras que los dragones orientales solían equipararse con la realeza y las fuerzas celestiales, según la cultura. Sin embargo, los dragones también suelen representar la conquista del alma espiritual, ya que están relacionados con muchas de las emociones humanas que bloquean el camino hacia la iluminación.
En la cultura moderna, los dragones siempre han despertado fascinación. Algunas de las historias más famosas en las que aparecen dragones son las novelas de Tolkien, Úrsula y J.K. Rowling. En el cine, películas y programas de televisión “Cómo Entrenar a un Dragón”, “Juego de Tronos” y “Eragon” han contribuido a moldear la forma en que la gente ve a los dragones y, en última instancia, se enamoran de ellos. Los dragones han existido desde los primeros tiempos de la historia y han aparecido en muchas formas diferentes con muchos alineamientos diferentes del bien y del mal.
Demos un repaso a las películas donde aparecen: